Montamos ligeramente la nata hasta que aumente de volumen. Pasamos por la batidora el queso, azúcar y leche, batimos varios minutos hasta que la mezcla esté muy ligada, mezclamos con la nata con movimientos envolventes. Pasamos la mezcla a un recipiente tipo cake, mas bien hondo, y lo dejamos en el congelador 1 hora.
Sacamos del congelador y batimos de nuevo para romper los cristales, al congelador otra hora y volvemos a batir, después de batir esta última vez echamos unas cucharadas de mermelada, o de miel o de caramelo y lo removemos con una cuchara para repartirlo por el helado pero sin mezclar del todo que queden como unas vetas por el helado.
Lo volvemos a dejar en el congelador por varias horas hasta que esté en su punto. Al servir el helado, si lo vemos muy duro, lo dejamos reposar un poco a temperatura ambiente y servimos a nuestro gusto.
INGREDIENTES
- 500 g de queso Philadelphia
- 350 ml nata
- 250 ml leche
- 150 g azúcar
- 2 cucharadas de miel
- caramelo o mermelada de frutas