Hoy os traigo una receta fresca y rápida para una noche de verano, además con un gran producto de temporada, así que no se puede pedir más.
Cortamos el calabacín en rodajas finas, yo utilizo una mandolina para que queden bien finas y parecidas pero tampoco va a ser un melodrama si no quedan al milímetro. Una vez tengamos laminado el calabacín, lo colocamos en un plato cubriendo la superficie e intentando que todas las rodajas queden visibles.
Listo el calabacín, echamos pimienta por encima. En mi caso le echo bastante porque me gusta ese picantillo que le aporta pero bueno para gustos los colores. Por encima, rallamos queso curado de cabra y lo aderezamos con sal y AOVE.
Por último, trituramos unos frutos secos, yo suelo usar nuez y pistacho (este último le da un sabor increíble) pero se podría utilizar cualquier fruto seco que tengamos por casa y los añadimos. Y ¡chispún! ¡Cena saludable y rica en cinco minutos!
INGREDIENTES
- 1 calabacín (tamaño pequeño-mediano, el mega calabacín cundirá demasiado)
- Cuña de queso de cabra curado para rallar
- Frutos secos variados
- Pimienta
- Sal
- AOVE
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